Humor

Miguel siempre vistió de manera muy juvenil a pesar de su edad: playera de equipos de fútbol, jeans y tenis, además de una gorra. A casi todos lados siempre iba vestido de la misma manera sin importarle si su ropa iba acorde al lugar y/o la ocasión, o no. Un día, cuando tenía treinta y tantos años, fue a recoger a la escuela a su hija Daniela, de cinco años, pero acudió con saco y corbata porque justo más tarde tenía una importante junta de negocios. Cabe destacar que el día anterior su jefe le había recomendado vestir de manera apropiada para la junta, no con sus habituales playeras y jeans. Cuando Miguel llegó a la escuela de Dani y preguntó por ella, el encargado de la puerta se asomó al salón donde estaba la niña y dijo

—Daniela, en la puerta te busca un señor.

Sorprendida, la pequeña Dani salió acompañada de su maestra para ver quién era el visitante. No obstante, volvió casi enseguida al salón para recoger su mochila e irse a casa. Ante la curiosidad de sus compañeras, la niña les aclaró:

—No era ningún señor, ¡era mi papá disfrazado de señor!

Por eso es tan importante siempre usar la ropa apropiada para cada ocasión, pues luego hay quienes parecen más disfrazados que vestidos. ¿Te ha pasado?

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