Yo siempre la amaré como en un sueño
sin confesarle nunca mi quimera,
porque al tomar una expresión cualquiera
tan grande amor parecerá pequeño.
Constantemente me verá risueño,
y pasará una y otra primavera
sin sospechar que por la vez primera
tiene un admirador y no es su dueño.Y esta pequeña lágrima que llore
cada vez que la encuentro hasta que expire,
también se perderá, por mi decoro.
Pues yo sabré tan rápido ocultarla
que ella no la verá, aunque me mire
en el preciso instante de llorarla.